jueves, 20 de julio de 2017

Elementos y características del masaje



El profesional (Masajista)

El masajista debe de ser lo más Profesional posible, y estar capacitado para el desarrollo de su labor, ya que va a estar en contacto con personas y una manipulación equívoca podría afectar la salud y calidad de vida del cliente.

Debe contener conocimientos en anatomía y fisiología.

El masajista (profesional), debe tener conocimiento del cuerpo humano y mejor aún si ha experimentado en él mismo los efectos del masaje para poder realizar correctamente su trabajo.


Cualidades de un buen Profesional: 
  • Debe tener una buena forma física.
  • Debe tener resistencia muscular y flexibilidad en toda el área de la mano, el antebrazo, la muñeca.
  • Debe cuidar su presentación e higiene personal.
  • Debe de respetar ante todo, la dignidad del cuerpo humano y la intimidad de cada persona.
  • Debe ser delicado y detallista en sus manipulaciones, ya que no manipula un objeto sino a una persona.
  • Debe transmitir control de sí mismo, confianza y serenidad, facilidad para adaptarse a las personas, tener buena observación de los detalles y las reacciones del receptor (paciente o cliente).
  • Debe de estar en continuo aprendizaje, tanto a nivel experiencia como de estudio, vocación y calidad de lo que realiza.

Para un masaje eficaz 
  • El masajista debe tener una visión global del cuerpo que se va a masajea, tener en cuenta que tiene una interrelación entre cualquier dolor localizado y el resto del organismo.
  • El profesional debe estar fresco, nos referimos que el masajista debe estar descansado, por lo cual es de suma importancia que realice descansos entre cada sesión de masajes.
  • Se debe economizar las más que se pueda de su energía, ya que el masaje consume dicha energía  y es importante no hacer movimientos innecesarios para dar un mejor servicio de masajes
  • Debe tener o estar en una ambiente adecuada, en silencio y tener tranquilidad en la habitación del masaje, procurando siempre que no haya interrupciones.
  • Los movimientos de las manos siempre deben de ser suaves, rítmicos y sin tener cortes entre los movimientos que realiza.
  • Cuando debamos ejercer algún tipo de presión, lo haremos con el peso de los brazos, o del cuerpo y no tensionar  los músculos innecesariamente.
  • Debemos de variar nuestra posición del cuerpo durante el masaje para evitar sobrecargas, tensiones y tener mejor acceso a las zonas a masajear.

 Respecto a la higiene
  • Debemos de cuidar nuestra higiene personal.  En casos de que tengas excesiva transpiración, halitosis u otros, pondrás especial atención para no molestar al receptor.
  • Nuestra indumentaria (ropa) debe ser adecuada, cómoda y que evite el contacto de la prenda con el paciente.  El calzado debe ser cómodo, siendo recomendable de tipo anatómico.
  • No se debe tener sortijas, pulseras, reloj, entre otros que puedan molestar o lesionar al cliente.
  • Se debe lavar las manos antes y después de cada masaje, utilizando abundante agua y jabón.

Relación Profesional – Cliente (paciente) 
  • Siembre debemos de escuchar con suma atención y amabilidad lo que el receptor describa, debemos de realizar las preguntas necesarias para tener un mejor conocimiento del problema.
  • Debe comportarse de una forma cálida y humana, debe de llamar en algunas ocasiones al paciente por su nombre.
  • Cuando comenzamos el tratamiento debemos conseguir que el paciente este relajado y evitar que hable en exceso durante la sesión de masajes.
  • Debemos de transmitir al receptor (paciente) a través de los gestos, las manos y la palabra, toda la confianza necesaria para conseguir el máximo de relajación y eficacia.
  • Durante la sesión de masaje el cliente debe tener toda nuestra atención y no se debe atender a otras cuestiones, teléfonos, timbres, entre otros.

Las manos, las herramientas fundamentales.
  • Muy importante, las manos del masajista siempre deben de estar a una temperatura superior a la del cuerpo de su paciente, para así provocar una sensación agradable y favoreciendo durante el masaje y una relajación completa del paciente.
  •  El contacto con la piel debe ser suave, rítmica y agradable.
  •  Se debe cuidar cualquier afección (las callosidades, cutículas, pequeñas heridas), para evitar sensaciones desagradables o posibles infecciones.
  • Nuestras manos debe mantener siempre el contacto con el cuerpo del paciente, este debe de ser siempre durante todo el masaje, el abandono de contacto puede producir sensación de distracción, abandono o provocar alguna molestia en el receptor.

El receptor (paciente, cliente)
  • Debe tener la piel limpia y seca, importante siempre realizar una exfoliación del área a tratar antes del masaje.
  • Es importante que el receptor haya evacuado su vejiga e intestino para evitar interrupciones molestas.
  • Debe quitarse toda la ropa que se encuentre en la zona de masaje y evitar cualquier prenda de ropa que comprima o dificulte la circulación.
  • Debe estar relajado al recibir el masaje, para que sea un masaje efectivo.
  • Después de una sesión de masajes es importante dejarlo uno instante en reposo.

La zona de masaje
  • La habitación que tenga para desarrollar el masaje debe ser tranquila, silenciosa y bien ventilada, la temperatura debe ser templada (24º a 27º).
  • La luz de la habitación debe llegar de forma indirecta al paciente, para evitar molestias a nuestro cliente.
  • Para conseguir una relajación podemos utilizar de música suave, olores agradables (esencias).
  • Se Puede tener instrumentos para generar calor suave (bolsas agua caliente, piedras caliente, paños caliente, entre otros).

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